Un año y ninguna pista del presunto femicida de Garupá

Domingo 19 de octubre de 2014
Víctima. | Vanesa fue asesinada en su casa; su cuerpo fue hallado por vecinos. | Foto: Archivo El Territorio
En la calurosa tarde del viernes 22 de noviembre del año pasado, un nuevo femicidio conmocionó a toda la provincia y en especial a la tranquila localidad de Garupá, distante pocos kilómetros de la ciudad capital.
Analía Vanesa Gómez, de 27 años, fue encontrada sin vida con golpes en su rostro y cabeza, además de un cinto de cuero atado alrededor del cuello, en la humilde vivienda en la que residía junto a su hija de diez años, en el barrio Ñu Porá.
En base a testimonios y pruebas, los investigadores concluyeron rápidamente que la ex pareja de la mujer, Miguel Ramírez (38), podría ser el autor del homicidio, y sustentaron sus sospechas en varios puntos, principalmente, en las reiteradas denuncias que la víctima había presentado por violencia sexista contra el sujeto.
Inclusive, se supo luego que mientras almorzaba con un familiar directo en los días previos al hecho, Ramírez habría dicho que planeaba quitarle la vida a su ex a raíz de que, tras la conflictiva separación, la mujer había intentado seguir con su vida.
Sustentando aún más esa teoría, se toparon con el registro de una llamada que el hombre le hizo a su propia madre, pidiendo “cuidale mucho a mi hija, que me voy a mandar una macana”. Claramente cumplió con su palabra asesina.

Pedido de captura
El caso recayó en manos del juez Fernando Verón, quien libró la orden de detenerlo en forma inmediata, pero la Policía jamás lo encontró. El mismo día del crimen, el sospechoso robó la moto de la víctima, fue hasta el centro posadeño y la dejó abandonada para, en colectivo, viajar hasta el puente Roque González y cruzar a Paraguay.
El dato fue aportado por la Dirección Nacional de Migraciones, que registró la salida del presunto criminal por el puente internacional que une la ciudad de Posadas con Encarnación. Fue a las 18:12 del día del crimen, o sea que la mujer fue ultimada el jueves a la tarde y su cuerpo hallado un día después, con el sospechoso ya en el país vecino.
Esa información, brindada de manera oficial, fue suficiente para que la Justicia misionera libre un pedido de captura internacional, vía Interpol, para dar con el sujeto, y a la búsqueda se sumó también la Policía Nacional del Paraguay.
En su momento, la Policía de Misiones cruzó datos con sus pares paraguayos y brindó información sobre el posible escondite de Ramírez en la localidad de Villarrica, emplazada unos 270 kilómetros al norte de Encarnación, donde tiene familiares.
Lo último que se supo es que la fuerza paraguaya fue hasta el lugar, pero no encontró nada. Después de eso, no se conocieron otros movimientos, al menos oficialmente. Las autoridades de la investigación aguardan novedades desde el otro lado del Paraná, aunque por el momento no hay más que teorías y mucho misterio en torno a su paradero.
Miguel Ramírez se convirtió entonces en uno de los prófugos más buscados por las autoridades misioneras. En poco más de un mes se cumplirá un año del asesinato que privó a una inocente criatura de poder crecer junto a su madre.

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