"Se hace un trabajo progresivo y siempre acompañado por los padres"

Domingo 12 de abril de 2015
En acción. | Ariel González (tercero de izquierda a derecha) entrena a sus pupilos en el gimnasio de Cataratas Básquet. | Foto: Gentileza
“El boxeo es un deporte que le sirve tanto a chicos como a grandes. Para los jóvenes es una buena manera de descargar energías y para los grandes de liberarse del estrés y de paso quemar algunas calorías”. Con ese argumento, que lo comprueba todas las noches en el gimnasio, Gustavo González (40) viene sumando cada vez más adeptos a Cataratas Box.
Esta escuela de boxeo de Puerto Iguazú, que comenzó como algo recreativo entre un grupo de amigos, hoy cuenta con más de 100 inscriptos entre niños, jóvenes y adultos que concurren al gimnasio con distintos fines: algunos para liberar energías cargadas durante el día, otros para despejar la mente y ponerse bien físicamente y otros porque sienten pasión y quieren dedicarle su vida a esta disciplina.
“Comenzamos con un grupo de amigos en el 2011. Nuestra idea era hacer algo recreativo. Era algo chico, entre familia. De a poco nos fuimos entusiasmando hasta que a fines de ese año participamos en un evento en Puerto Esperanza con un par de chicos que se animaron a competir y ahí se encaminó todo. A principios de 2012 realizamos nuestra primera velada en Iguazú y nació el Cataratas Box”, recordó Gustavo, quien se recibió de entrenador profesional en la Federación Argentina de Boxeo en 2014. En poco tiempo, lo que comenzó como un pasatiempo entre amigos que gustaban del boxeo se volvió algo más importante y por eso González se lo tomó con mayor seriedad.
El hecho de iniciar a chicos en este deporte que conlleva algún tipo de riesgo físico es una gran responsabilidad para Gustavo, quien toma los recaudos necesarios para que todo marche dentro de los parámetros normales.
“Por reglamento los chicos pueden competir a partir de los 14 años. Yo tengo varios de entre 14 y 18. Lo primero que hago cuando algún chico se va a sumar a mi gimnasio es invitar a los padres para explicarles cómo trabajamos. Lo mismo hago cuando alguno de los chicos va a competir, les invito a que vengan a ver la pelea. Primero se hace una evaluación para ver si el chico está capacitado para subir a un ring a pelear. Se hace un trabajo progresivo y siempre acompañado por los padres; si ellos no lo autorizan yo no los puedo llevar a competir. Con las mujeres el trabajo es muy similar al de los varones, salvo los días que están con el periodo o ante alguna eventualidad”, explicó.
A pesar de que en los últimos años la promoción de esta disciplina tuvo un crecimiento gracias a boxeadores como Maravilla Martínez o el Chino Maidana, resulta llamativo que un chico elija los guantes por sobre el fútbol o el básquet.
Al respecto, González comentó: “Yo creo que lo que le lleva a un chico a interesarse por el boxeo es la promoción que tenga el deporte. Cuando los chicos van a presenciar algún evento se entusiasman mucho. También es importante el acompañamiento de los padres y la incentivación para que desarrollen un deporte. Por eso para mí es importante la difusión de los eventos que realizamos”.
González cuenta con varios boxeadores, tanto de la rama masculina como de la femenina, que suman peleas en el plano amateur y se perfilan para llegar a profesionales.
Los entrenamientos se realizan en el gimnasio de Cataratas Básquet de lunes a viernes en horario nocturno y son totalmente gratuitos. “El boxeo ocupa un lugar importante en mi vida. Salgo de trabajar, voy a casa, me tomo unos mates y ya salgo para el gimnasio. La única ganancia que tengo con esto es la satisfacción que me produce entrenar a los chicos. Lo hago por amor al deporte, no tengo ningún beneficio económico, lo único que les pido a los alumnos es que traigan un alimento para el señor que hace la limpieza del club y vive ahí”, aseguró.
Para finalizar, valoró la oportunidad que tienen los chicos de Iguazú de poder practicar boxeo de forma gratuita. “Yo le inculco a los chicos que traten de aprovechar la oportunidad que tienen de entrenar y hacer boxeo gratis. En otros deportes los padres tienen que pagar para que sus hijos puedan participar. Hacer boxeo es algo muy bueno; además de la parte física, por la parte mental”, cerró.


Encontró el amor gracias al boxeo Claudia "La Niña de Oro" Garrido es una de las pupilas de Gustavo González que en un primer momento quiso boxear para ponerse bien físicamente, pero que con el tiempo le tomó el gustito y se subió al ring para competir. La joven de 18 años ya cuenta con doce peleas amateurs y quiere seguir progresando. "El boxeo ocupa una gran parte de mi rutina. Voy al colegio y después entreno. Mi meta es llegar a ser una boxeadora profesional; me encantaría poder vivir de lo que realmente amo hacer. Gracias a este deporte conocí a personas que terminaron siendo muy importantes en mi vida, como mi novio y mi entrenador", contó Claudia Garrido.

Por Facundo Alzaga
facualzaga@gmail.com


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