“Aprendí muchísimo y me cambió la vida”

Domingo 5 de abril de 2015
Guadalupe en Alemania. | En 2009 obtuvo una beca del Instituto Gutenberg.
Las becas se erigen como opción viable para quienes desean estudiar, experimentar fuera del país. Diferentes instituciones ofrecen esta alternativa para estudiantes que desean formarse fuera del país y perfeccionarse en áreas especificas, con la posibilidad de volver luego con nuevos conocimientos y perspectivas para aplicarlas a la realidad local. Una de las jóvenes que tuvo la posibilidad de realizar esta experiencia es Guadalupe Acevedo (21), que viajó a Alemania en dos ocasiones.
“La primera vez fue en el año 2009. Iba al Instituto Gutenberg y gané una beca gracias al proyecto Pasch del Instituto Goethe. La beca consistía de un curso de alemán de tres semanas en Roßleben, un pueblo cercano a Leipzig, que fue financiado en su totalidad por el Instituto Goethe”, relata la joven que siendo aun estudiante de secundaria voló sola hasta el Viejo Continente.
“En ese momento, residí en un colegio internado durante el mes de julio junto a 100 estudiantes también becados provenientes de todas partes del mundo. Fue una experiencia muy enriquecedora para mí, era la primera vez que viajaba sola y al extranjero. Aprendí muchísimo y me cambió la vida y mi manera de ver en muchos aspectos las cosas. En lo que respecta a modos de vida diferentes, conocí a personas de mi edad de todas partes del mundo y de culturas muy diferentes a la mía con las cuales pude congeniar muy bien. Al fin y al cabo al principio sólo nos unía el idioma alemán, pero después entablé amistades que hasta el día de hoy mantengo y que quiero mucho”, rememora emocionada.
Fue tal el impacto generado en Guadalupe en este viaje que una vez terminado el secundario se anotó en un programa para regresar a Alemania y seguir estudiando el idioma germano. Esta vez ella financió sus estudios con trabajo. “Luego de ese viaje, decidí volver a Alemania y me inscribí en un programa, Au Pair (niñera), y volví a Alemania apenas terminé la secundaria. Esta vez fui a trabajar a una casa de familia y viví en Colonia durante un año trabajando como niñera y estudiando alemán. Este intercambio fue financiado parcialmente por mí y por la familia que me recibía, a la que retribuí el dinero con trabajo. Este intercambio lo hice mediante la Fundación Wachnitz de Eldorado, desde donde se contactaron con la agencia Au Pair Multikultur”, contó a El Territorio. Y agregó: “Naturalmente, fue una experiencia completamente distinta, viví con una familia alemana y conocí su día a día. También aprendí muchísimo y gané mucha independencia; hasta ese momento siempre había vivido con mis padres y nunca había trabajado”.
“El viaje me ayudó mucho -destacó Guadalupe-, me quedaron recuerdos y experiencias muy gratas. Conocí mucha gente nueva y hasta pude encontrarme con una amiga becada de mi primer intercambio que se había mudado a Alemania desde Vietnam para estudiar. Mis dos experiencias con el intercambio cultural fueron muy positivas, y enriquecedoras. Al volver a Posadas realicé una exposición fotográfica en el Cidade".

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