Un pequeño gran gesto

Domingo 24 de mayo de 2015
Merece compartirse. Se sabe: las compras, las distribuciones gratuitas y las donaciones, son básicamente las tres maneras de las que se nutre toda biblioteca pública, aunque... exprimiendo el presupuesto se compra con bonificaciones; con buen talante se reciben los diarios gratis, y con un poco de duda se aceptan las donaciones que no siempre constituyen material que requiera la institución; se donan normalmente los libros heredados, porque muchas veces ya no hay espacio en la casa del heredero, y porque son colecciones de temática vencida por el tiempo, como fue el caso de la llegada a la biblioteca popular Posadas (de manos anónimas que los abandonaron en la puerta) de unos 20 libracos de prácticas de quirófano de los años 40 con instrumentos que ya no existen, salvo en las imágenes de las torturas inquisitoriales. “Es histórico, dicen, la biblioteca pública siempre termina siendo el repositorio final de los naufragios particulares”.
Pero no siempre fue así. Hacia 2005 sonó el teléfono; el doctor Humada - ex gobernador - ofrecía sus libros por mudanza de Los Aguacates al centro y por falta de espacio en su futuro departamento. Mandadero, fui a evaluar el volumen y la sustancia de la donación para saber si era necesario un vehículo; fui recibido por el donante y pude apreciar el material en sus estantes. Todo era bueno; no rechacé ninguno, acepté todo, y en diez cajas de cartón y en dos viajes de taxi los llevé a la biblioteca. Tuvimos así aquellos libros nuevos, en estado impecable, de absoluta vinculación con lo regional, muchos quizá recibidos por don Julio a título personal en su doble condición de gobernante y de apasionado lector. Se reconoció y agradeció por escrito su gesto, su aporte, y sobre todo por el hecho de haber pensado antes que en otra institución en la biblioteca posadeña. Recordaba esta anécdota en circunstancias de la reciente partida del doctor Julio César Humada, y surgió la idea de volverla visible, aún siendo un simple (gran) gesto.

Aguara-í