Cartas de Lectores

Miércoles 27 de agosto de 2014

Un hombre digno


Señor Director.
Doctor José Leandro Miérez, Pepe Miérez, el ser humano que, amén de honrar su profesión de médico, honra su condición de hombre, con la sabiduría de la humildad y rindiendo culto a las palabras del poeta, para que nosotros, los viejos, sus viejos, recibamos el calor de nuestros semejantes para sentirnos amados y no abandonados.

Artífice de inyectarnos esperanzas, sueños, fortaleza, para seguir viviendo, el Don más preciado que el hacedor nos concede, en este tramo de nuestra existencias. Encendió la luz del camino, para alumbrarnos a los que tenemos toneladas de almanaques sobre nuestras ya dobladas espaldas, para seguir y dar gracias por el milagro de otro día más.
No hubo, ni habrá tormentas ni golpes duros y fuertes, que puedan doblar su voluntad y objetivo. El tiempo es la evidencia de un elegido, que derramó las sagradas mieses que se convirtieron en solidaridad, esperanza, amor, ilusiones.
Los que ya atravesamos una línea de la vida, tenemos una deuda con él, porque ha sido, es y será por mucho tiempo más, el artesano de dar a nuestros espíritus, la voluntad de seguir, de luchar, de amar la vida, de soñar, de tener fe y esperanzas.
Querido amigo Pepe (permitíme esta osada licencia), diría yo una multitud, queremos confundirnos contigo en un fraternal abrazo, no para decirte gracias, una palabra demasiado pequeña para expresar todo lo que sentimos por vos, sino para que sientas el calor del afecto, el cariño, el respeto y el ruego del Señor para que te conceda la gracia de vivir muchos años más porque te necesitamos, tus viejos te necesitan, serás por siempre: “Un hombre digno”

Aarón Rucho Saidman
D.N.I. 7.470.738

 

El baldazo de agua fría


Señor Director:
Año tras año se le otorga a las empresas de ómnibus beneficios y más beneficios, desde los financieros (subsidios) hasta los de vía libre por su senda exclusiva en pleno centro de la ciudad, desde Mitre al Parque y viceversa por Junín, impidiendo el giro a la derecha del automovilista. No se buscó sacar del centro de Posadas a los ómnibus, sí complicar al automovilista.
Y ahora lo de la avenida Uruguay que le ha dado agilidad al tránsito con el impedimento del giro a la izquierda en su tramo de 3.200 metros.
¿Cuál es el inconveniente del giro a la izquierda cuando se cruzan dos avenidas (Uruguay-Maipú; Uruguay-Cabred; Uruguay-Trincheras y las otras)? Sincronizando semáforos se soluciona el tema y aclaro que el giro sería libre en avenidas que se cruzan, no en calles intermedias que de por sí está prohibido.
Hay semáforos. Se consiguió desviar al automovilista. Como dijo en una oportunidad un lector: ¿Por qué no desvían los mamotretos o largos colectivos que no se detienen en avenida Uruguay por avenida Rademacher y los hacen volver por Francisco de Haro? ¿Por qué utilizan en avenida Uruguay la senda del medio o senda rápida?
Se han hecho dueños de las calles. Hasta la nueva tarjeta dice en su publicidad por mayor atención del conductor. Una risa. ¿Se les ha pedido algo a cambio de tantos beneficios? ¿Como que conduzcan mejor? ¿Qué respeten las leyes de tránsito? ¿Qué no pasen con semáforos en rojo? ¡Nada! El tema es darles y darles y concederles y cederles… ¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde?
Una policía de tránsito ausente, que sabe de las infracciones y no actúa. ¿Quién considera otorgarle el carné de conductor a estos eximios choferes? Algunos parecen ex simios por la forma que conducen me dijo un amigo. Me detuve en el semáforo de la colectora de ruta 12 a metros de la salida de la estación de transferencia y a metros de la entrada al Campus cuando detrás mío un ómnibus quiso hacerme pasar en rojo haciendo sonar su bocina. Le hago la seña de que si no ve el semáforo en rojo, que no se puede avanzar. Puteó el muy imbécil e igual se adelantó y me sobrepasó. Cosa muy común en ese lugar. Ni un solo ómnibus respeta esos semáforos. Sólo un ejemplo. Uno.
La autoridad de competencia ausente en estos casos debería ubicar y exigirles que actúen inspectores de tránsito con la misma rigurosidad que tienen con los automovilistas y no hacer la vista gorda ante tantas infracciones, que no van a negar que existan. Hay que buscar prevención, soluciones, y no solamente complicaciones con estas decisiones, a mi parecer, desacertadas. Les vendría bien un baldazo de agua fría muy de moda a los cráneos y pensadores de tantas decisiones que solamente complican.

Jorge Cacho Saldivia
Candelaria