El interventor de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), Federico Susbielles, presentó los resultados de la auditoria del período enero 2012 y agosto 2014, y explicó que siente "vergüenza y dolor" por la situación.
Los datos registrados señalaron que la asociación tiene una deuda de 33 millones de pesos, ingresos no registrados por 22.000.000, desaparición de documentación contable y vaciamiento patrimonial, entre ellos la copa del Mundial de 1950, la réplica de la medalla dorada de 2004 y la camiseta firmada por los jugadores.
En julio, en la previa del Mundial, los integrantes de la Generación Dorada, liderados por Manu Ginóbili y Luis Scola, denunciaron irregularidades. La auditoria señala que el ex presidente "gerenciaba la Institución en forma de UNICATO" y que "administraba los recursos [...] mediante decisiones inconsultas".
La deuda total reclamada es de 33.390.302,03 pesos; entre los acreedores figuran jugadores ($ 5.052.738), diversos poseedores de cheques rechazados ($ 4.780.760), la comercializadora Proenter ($ 4.120.000), la financiera Lebe SA ($ 3.702.311), FIBA Américas ($ 2.576.677), Sancor Seguros ($ 2.004.000), la agencia Hub Travel ($ 1.529.158) y Río Uruguay Seguros ($ 1.339.494). Y los ingresos no documentados en esa etapa suman $ 22.240.000, ausentes en extractos bancarios y en los estados contables.
Entre los egresos registrados, figuran pagos tarjetas de crédito corporativas en muebles, decoración, electrónica, free shops y ropa de marcas lujosas, como Hugo Boss, Prüne y Sarkany.
Tras esta situación se inició una causa radicada en el juzgado de instrucción porteño Nº 48. Vaccaro negó las acusaciones al diario La Nación y explicó: "Con todos los elementos que estoy reuniendo haré una conferencia de prensa dentro de 10 o 15 días. Es muy claro lo que sucedió respecto al Mundial y a los subsidios. Niego todo lo que se imputa en esa denuncia y quedará demostrado oportunamente en sede judicial".