Preventiva para acusado de matar a olero por no invitarlo a su fiesta

Domingo 5 de julio de 2015 | 12:25hs.
El ataque ocurrió en una fiesta que se realizaba en la casa de la víctima fatal, que ese día cumplió años

Con pruebas suficientes para señalarlo como autor del hecho, la Justicia finalmente dictó la prisión preventiva sobre Héctor Rodríguez (26), el albañil acusado de asesinar al olero Aniano Cáceres Ruiz Díaz (64) porque no le permitió participar en la fiesta familiar que hacía por su cumpleaños.

 

Las fuentes consultadas por El Territorio confirmaron que la decisión fue tomada por el juez Carlos Giménez, titular del Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, que a su vez excarceló a los otros dos sospechosos que en su momento fueron detenidos, Juan A. (33) y Silvio L. (24), aunque de todas formas ambos permanecen ligados a la causa.

 

De esta manera, las autoridades sujetaron definitivamente a proceso a Rodríguez y le imputaron formalmente el crimen de Ruiz Díaz, que ocurrió durante la noche del sábado 25 de abril en el denominado barrio Los Oleros, emplazado sobre la ex ruta provincial 213, hacia el sur del bypass que une el Arco de acceso a Misiones con la ex Garita del kilómetro diez.

 

En prisión, el acusado esperará que la causa avance hasta la elevación a juicio y en caso de llegar al debate oral y público, y de ser hallado culpable en esa instancia, podría purgar una pena de prisión perpetua dada la calificación del homicidio.

 

Festejo y muerte
El asesinato de Ruiz Díaz, un hombre de nacionalidad paraguaya, dueño de una olería y quien se había radicado hacía varios años en el lugar, ocurrió en pleno festejo luego de un asado familiar y en medio de un baile por haber cumplido 64 años.

 

Según lo que se pudo reconstruir en base a los testimonios y pruebas, los invitados bailaban al son de la música, entre algunas copas, cuando minutos después de las 23 arribó a la escena un grupo de vecinos del barrio, entre los que estaban los sospechosos.

 

Los recién venidos fueron recibidos primero por el hijo de la víctima, de 36 años, quien les informó que no estaban invitados a la fiesta y por eso debían retirarse, pero la rotunda negativa no fue bien recibida por los jóvenes que de todas formas intentaban colarse.

 

El ambiente se puso tenso y uno de ellos agredió con un cinto en el rostro al hijo de Ruiz Díaz. El dueño de casa salió a dar la cara y enfrentó a los irascibles, instancia en la que recibió la estocada fatal a la altura del pecho, que perforó su corazón y lesionó varios órganos vitales.

 

Según la autopsia, el dueño de casa recibió dos puntazos en el tórax y, en medio de la desesperación, fue trasladado por sus propios familiares hacia el Caps 23 del barrio A-4, pero no hubo nada que hacer porque cuando llegó, ya no tenía signos vitales.

 

Luego del hecho, los agresores salieron corriendo en distintas direcciones y se perdieron de vista en los oscuros trillos de la zona, pero los efectivos de la comisaría Decimoquinta, tras una serie de averiguaciones allanaron una vivienda donde fue detenido Juan A. (33), en tanto que cerca de ese lugar detuvieron también a Silvio L. (24).

 

El tercer y principal sospechoso, o sea Rodríguez, fue capturado varias horas después en una casa de la manzana 56 del barrio San Isidro. Fue sindicado como el autor del asesinado no solamente por el relato de los presentes, sino que en su poder los investigadores encontraron el cuchillo que aparentemente utilizó para asesinar al cumpleañero.

 

Vecinos a favor de la expulsión
Después del asesinato de Ruiz Díaz, se escucharon voces muy críticas sobre el presunto accionar delictivo de los sospechosos y los vecinos decidieron juntar firmas para expulsarlos del barrio.

 

“No los queremos acá, no sirve ese tipo de gente y lo mejor es que junten sus cosas y se muden a otra zona” insistió tras el crimen Carlos Martínez, actual presidente de la comisión vecinal.

 

Prosiguiendo con ese pedido, una de las hijas de la víctima, María Cáceres, se ocupa de recorrer las casas de los vecinos consiguiendo adhesiones “para que estos malandras sean llevados a otro lugar, no se donde. Cuatro hojas con firmas indican que todos estamos hartos de estos delincuentes” dijo la mujer.

 

Con visible enojo pidió que las autoridades “instalen cuanto antes un destacamento en el barrio porque necesitamos seguridad” y a su vez lamentó "que mi papá no está más con nosotros por el avance de esta banda, que dejó claro que no le pesa matar a una persona”.