Frontera colador

Lunes 23 de febrero de 2015 | 00:00hs.

Una familia llega hasta la costa del río Uruguay del lado brasileño, el padre se para en el borde del barranco y silba. A los pocos minutos un 'caíco' (canoa) a motor sale del lado Argentino y a los 3 minutos la familia y sus bolsos ya están en Argentina de forma ilegal y a pocos metros de un paso fronterizo legal, custodiado por las fuerzas federales. La escena se repite en todas las ciudades, que son fronterizas con Brasil y que sólo están divididas por el angosto y tranquilo río Uruguay. Ante esta situación la pregunta es ¿quién custodia las fronteras?
Misiones tiene 1100 kilómetros de fronteras. Su posición geográfica la convierte en una provincia muy singular. Los ríos Iguazú, San Antonio, Pepirí Guazú y Uruguay constituyen los límites con el Brasil hacia el Norte, al Este y al Sur. Al Oeste, el río Paraná marca el límite con la República del Paraguay.  Además la provincia tiene unos pocos metros de frontera seca: la localidad de Bernardo de Irigoyen se conecta por una calle urbana con la vecina brasileña Dionisio Cerqueira.
En diciembre, la Auditoria General de la Nación (AGN) advirtió sobre falta de control en las fronteras y las consecuencias negativas que trajo para Misiones la implementación del Escudo Norte, que implicó la movilización masiva de integrantes de Prefectura y Gendarmería desde Misiones a Santa Fe y Buenos Aires, para combatir el delito (ver páginas 8 y 9).

Según fuentes oficiales del Gobierno Nacional, para custodiar los 1.100 kilómetros de frontera que tiene la provincia de Misiones con Brasil y Paraguay hay un total de 1.100 efectivos de la Prefectura Naval Argentina en las zonas de ríos y 2.250 representantes de la Gendarmería Nacional para las franjas secas. A mediado de enero, en oportunidad de ponerse en funcionamiento la nueva Unidad Regional de Gendarmería en Misiones, se informó de unos 4.500 efectivos disponibles para las agrupaciones de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, que anteriormente respondían a Rosario.
Un equipo de El Territorio viajó por toda la costa del río Uruguay y pudo pasar varias veces de forma ilegal al Brasil y volver al país sin dejar un solo registro. Además comprobó las falencias y las carencias que tienen las dos fuerzas encargadas de custodiar las fronteras, en Misiones.

Radiografía de la frágil frontera
Son las 8 del miércoles 18 de febrero y El Territorio llega al destacamento Santa María, ubicado a 11 kilómetros de la ruta costera 2. Dos efectivos de Prefectura, reciben al equipo y muestran el destacamento, que recién están pintando luego de la crecida de julio del año pasado. A los pocos minutos aparece una persona, que se identifica como el jefe de la unidad, pero está vestido de jeans, remera -que no es de la institución- y ojotas. Explica que en la zona hay tráfico vecinal fronterizo. “Llevan cosas normales, harina y pequeñas compras no es mucho el movimiento”.
El río en esa parte de la provincia tiene unos 11 metros de profundidad y una extensión de 1000 metros. El destacamento, que depende de Concepción de la Sierra, tiene que custodiar 16 kilómetros de fronteras, pero no pueden salir a patrullar porque la embarcación de la institución no tiene motor. “Se rompió y todavía no nos mandaron uno nuevo”, comentó el jefe.
“Tenía como 20 años”, cuenta un agente y es silenciado por su jefe. El destacamento tampoco cuenta con equipo de comunicación y los informes se hacen por celular, cuando hay señal.
A los pocos metros, sobre el Uruguay se observa a alguien en un caíco pescando con redes que depredan el río.  
El viaje sigue por la costera 2 y en Itacaruaré la situación se repite, la única embarcación que tiene el destacamento no tiene motor. “Tienen que ir hasta San Javier ahí tienen lancha para navegar”. Así, El Territorio pudo comprobar que hay 46 kilómetros en que nadie realiza patrullajes.
En San Javier sí hay lanchas y Prefectura tiene una importante presencia. Es el último puerto reconocido por la fuerza encargada de custodiar los ríos y mares de la República Argentina.
Para la institución que fue fundada en 1810, el río Uruguay termina en San Javier.
El resto de los pasos sobre el río Uruguay, Panambí, Puerto Barra Bonita, Alba Posse, Puerto Alicia, Aurora, El Soberbio, son custodiados por Gendarmería Nacional y depende del Escuadrón 9 de Oberá. 
Según pudo saber este medio, desde hace más de dos años Gendarmería Nacional viene pidiendo a Prefectura que se haga cargo de esos pasos fronterizos, pero hasta la fecha no tuvieron respuestas.
En Panambí, una de las ciudades indicadas como la zona caliente de cigarrilleros y narcotraficantes hay sólo ocho efectivos de Gendarmería. Dos están afectados al Paso con Veracruz (Brasil), dos al destacamento ubicado en Barra Bonita, donde hacen guardia de 15 días, y el resto al destacamento que se encuentra a metros de la ruta 2. Poseen una pequeña lancha, que es utilizada sólo para emergencias, y dos móviles, pero uno es utilizado por el jefe del destacamento para sus movimientos, según contaron fuentes de la fuerza.

Un viaje ilegal
Durante el viaje por la ruta 2, que bordea el río Uruguay, siguen sin aparecer los controles de alguna fuerza, ya sea nacional o provincial (ver página 7).
Las bajadas al río se multiplican entre Panambí y Santa Rita y este medio pudo comprobar que hay al menos 10 que son utilizadas habitualmente, ya que los pastos de los caminos están cortados y con marcas que dejan los paseros. En uno de ellos, y por 50 pesos, El Territorio realizó su primer cruce ilegal sobre un caíco. Los remeros están tan entrenados que ni siquiera hacen ruido con sus remos. Tampoco hacen preguntas y ni siquiera les interesa lo que llevan sus pasajeros.
Eso pasa a plena luz del día, no están ocultos, y en la zona todos saben dónde se puede pasar de forma ilegal. “Yo vivo de esto, no hay trabajo, el tabaco no rinde, y cada vez hay menos peces porque los brasileños llevan todo”, contó el remero en los tres minutos que duró el viaje.
Es tan angosto el río Uruguay en esa zona que si un vecino brasileño pone música fuerte en su casa, desde el lado argentino, con unos gritos, le piden que la bajen para poder dormir la siesta.
En Aurora, un solo efectivo de Gendarmería, custodia el paso legal con Pratos (Brasil). El pase se hace en bote a remo y funciona de 9 a 18. En esa zona el río no tiene más de un kilómetro y el otro destacamento de Gendarmería se ubica a unos 5 kilómetros de la costa.
A metros del paso legal, hay varias bajadas de lancha. “Los que van por el paso son pocos acá se pasa por cualquier lado”, reconocen los vecinos de la zona costera.
En El Soberbio, el buen vecino brasileño ya no es tan bueno. Es que todavía resuena en la zona el asalto al banco Macro, que se cobró la vida de un agente de Policía. El atraco fue perpetrado por ladrones brasileños que saben de la poca presencia de agentes de las distintas fuerzas.
Pese a eso, los caícos siguen haciendo sus pases a la vista de todos y durante todo el día.
Desde la costanera de la ciudad, y a menos de 300 metros del paso fronterizo donde está presente Gendarmería, las lanchas van y vienen.
Son las 17 y es hora de volver a casa. Los silbidos se multiplican desde la costa de Porto Soberbo y los canoeros van y vienen con familias enteras, que traen grandes bolsos.  Desde El Soberbio también van los brasileños que llegan a hacer compras y algunos hasta realizan mudanzas enteras en lanchas.
Los paseros salen desde el humilde barrio Maracaná y no paran en todo el día. Por otros 50 pesos El Territorio volvió a salir e ingresar de forma ilegal. Si uno es vecino del barrio sale más barato. “A ustedes le cobraron más caro porque son desconocidos”.
“Los días que se pagan las asignaciones universales no dan abasto, porque muchos brasileños tienen doble documento y es más fácil pasar por acá”, contó un vecino de la zona ribereña.


La presencia en el río Paraná
Sobre la costa del río Paraná se ve una mayor presencia Prefectura y Gendarmería, pero eso no impide que sigan pasando cigarrillos y marihuana desde Paraguay.
En Jardín América, una de las ciudades más calientes del narcotrafico, hay solo 8 efectivos, que dependen del Escuadrón 50 de San Ignacio, según datos extraoficiales.
En la Prefectura Montecarlo, hay unos 50 uniformados encargado de cubrir desde el kilómetro 1777 al 1797 del río Paraná, que va desde Laharrague  hasta el Arroyo Itacuruzú.
En Eldorado actualmente se encuentra 120 prefecturianos, distribuidos en tres destacamentos, que están ubicados en Puerto Piray, Eldorado y Colonia Victoria.
En cada uno de los destacamentos están 6 personas que básicamente están abocada a las tareas de control migratorio.
En Iguazú hay 240 efectivos de Gendarmería, que tienen a su cargo toda la frontera Norte. De esa cantidad, 8 están en Andresito y sólo 2 en Integración. En Iguazú hay 120 prefecturianos.
La cantidad de efectivos disminuye cuando son convocados para prestar servicios en Buenos Aires.

Por Pablo Lizarraga
interior@elterritorio.com.ar


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