“Recibí el Oscar de los cantores”

Miércoles 2 de febrero de 2011

La organización de la 51ª edición del Festival Mayor de Folclore de Cosquín distinguió a Ramón Ayala con el Camín de Oro, máximo lauro a la trayectoria artística en el folclore nacional. La ceremonia de premiación se concretó el lunes, para la postergada edición que debía celebrarse el domingo pero que fue suspendida por una torrencial lluvia que se desató ese día en localidad cordobesa.
La última luna coscoína fue además el momento para la impecable actuación de Los Núñez y Ruiz Guiñazú, grupo que tocó por primera vez en el popular festival.
El Mensú recibió el galardón cerca de medianoche del lunes, luego de su actuación en el escenario Atahualpa Yupanqui de la Plaza Próspero Molina. La misma distinción de Ramón recayó en el Ballet Camín de Cosquín, dirigido por Rodolfo y Osvaldo Uez.

 

Mucha vitalidad

El intendente de Cosquín, Marcelo Villanueva, entregó la estatuilla al músico misionero, después entregarse diversos lauros a otra veintena de artistas en por diferentes rubros.
Para Ramón, haber recibido el Camín de Oro a la trayectoria significa obtener “el Oscar de los cantores, pero de música popular”, comparó. “Estamos vivos, con mucha vitalidad, mucha juventud”, precisó el músico de 83 años ayer a El Territorio.
“Es una etapa maravillosa de la vida”, definió. Al artista nunca le habían informado que recibiría el máximo lauro de Cosquín, aunque los organizadores le adelantaron que tenían un premio para él.
El Mensú sólo se había enterado a través de algunos medios de prensa - como este diario- que habían vaticinado un notable rumor: que el Camín de Oro terminaría en sus manos. “Intuía porque no me dijeron nada”, admitió Ramón. “Me dijeron nada más que me iban a dar un premio importante”, añadió.
Ante los espectadores y mientras brindó su concierto, el artista popular misionero se mostró muy suelto y hasta se animó a bailar un poco de gualambao, invitando a alguna dama a acompañarlo en la coreografía. Su galantería y ocurrencias despertaron la simpatía y hasta la risa en el público.
“Fue casi como si estuviéramos en un fogón”, señaló Ramón y argumentó: “a la gente le regaló una sonrisa. Y dicen que la risa, según los risólogos, larga endorfinas; y las malarias como el odio y la soberbia liberan ácidos. Yo pienso que mejor lubricados que oxidados”.
Fue así que tras su concierto, El Mensú se ubicó al lado de los presentadores, observando cómo se entregaban las distinciones y menciones. Todo hasta que escuchó su nombre y dio un paso para recibir la estatuilla dorada.
En sus manos, Ramón dio vueltas una y otra vez el premio, agudizando cada detalle de tal artesanía. Ayer y durante todo el día, Ramón recibió llamados telefónicos de todo el país para felicitarlo por su galardón. También cedió entrevistas a distintos medios de comunicación.
“Ha llamado gente de Río Gallegos, Cuyo, Salta, Bahía Blanca, Buenos Aires. Que ha visto la tele y de pronto acudió para felicitar”, resumió el autor de El cosecher.
Las congratulaciones llegaron hasta de Bolivia, donde conocen a Ramón a través de una de sus composiciones: Santa Cruz de la Sierra, dedicada a una localidad que lleva el mismo nombre.
“Hay una cantidad de gente linda y capaz de calificar una obra, que de pronto se asombra que hay alguien que se acuerda de ellos y que anduvo por esas latitudes, dejándoles una canción”, indicó El Mensú.

 

“Música bien misionera”
Con vastos elogios como poeta, pintor y músico, a las 23.31 fue presentado Ramón Ayala. Apareció ataviado con su traje característico y su sombrero de ala ancha. Se presentó junto al percusionista Víctor Cacho Bernal y el flautista Adrián Altamira.
Luego de saludar cálidamente a su público, Ramón entonó El Cosechero, intermediado por recitados alusivos al paisaje del Nordeste.
Luego, con su característica guitarra de diez cuerdas, interpretó Canto al río Uruguay, otra de sus inoxidables composiciones y que fue acompañado en el escenario por un ballet que viajó desde Misiones para la especial ocasión.
Por último, Ramón le dedicó a Corrientes El señor de los campos hasta que fue interrumpido por los presentadores de Cosquín para la protocolar entrega de distinciones.
Antes de El Mensú y a las 23.16, Los hermanos Juan (bandoneón) y Marcos Núñez (guitarra) subieron al escenario Atahualpa Yupanqui, acompañados del también misionero Lery Duarte en el bajo y el cordobés Chacho Ruiz Guiñazú en percusión.
La primera canción interpretada por el grupo fue Llanto de la selva, una composición propia que comenzó a deslumbrar ante un lugar que los recibía por primera vez.
Luego de unas palabras de agradecimiento por parte de Marcos, continuaron con una acertada selección de polcas, en el que incluyeron una versión admirable de Pájaro campana, con diálogos instrumentales muy definidos entre la guitarra y el bandoneón.
Marcos saludó a Misiones y a Campo Viera, la localidad de donde provienen Los Núñez. La última canción fue Kilómetro 11, un clásico de Tránsito Cocomarola y que terminó por ilustrar la pintura melódica del Litoral.
Fue “una emoción tremenda. Actuamos alrededor de 11 minutos y pudimos meter un chamamé, con el que cerramos y unas polcas. En fin, una de las cosas que queríamos dejar en Cosquín era música bien misionera”, precisó Juan Núñez ayer a FM Radioactiva.
“La verdad que es indescriptible lo que sentís minutos previos de los que te toca salir. Entras como en blanco. Y la energía era tremenda. Mucha fuerza irradia el público y eso te pega de lleno”, detalló el bandoneonista.
“Otra emoción fue el premio que le entregaron a Ramón Ayala. Hace rato que hizo mérito. También premiaron a Aymama, un grupo de mujeres excelentes, que ganó con un trabajo conceptual sobre María Elena Walsh”, añadió el mayor de los hermanos Núñez.
El conjunto correntino Los Alonsitos, el Dúo Coplanacu y el cantautor riojano Daniel Argañaraz, entre otros, marcaron el cierre del Festival de Cosquín. Fue para una velada que se desarrolló con entrada gratuita, ante alrededor de 6 mil personas y con la ausencia del espectáculo “Carnaval del Norte” a cargo de Los Nocheros y Los Tekis.
La Comisión Municipal del festival tambien entregó distinciones a las Consagraciones (Arbolito y Ceibo) y Revelación (pareja de baile Bustos-Cisterna). También hubo Menciones Especiales (Bruno Arias, Lázaro Caballero, Los Caldenes), Producción artística (Aymama y el espectáculo Chaco, monte, tierra y río).