El sexto detenido sería el asesino de Candela

Jueves 8 de septiembre de 2011 | 07:15hs.
Santuario. | El lugar donde arrojaron el cadáver de Candela Sol Rodríguez es visitado para orar en Villa Tesei.

Un hombre señalado como un presunto vendedor de drogas de San Martín se convirtió ayer en el sexto detenido en la investigación del secuestro y asesinato de Candela Rodríguez, luego de que un testigo de identidad reservada aseveró que este sospechoso habría matado a la niña porque "se le fue la mano", según indica el sitio del canal de noticias TN. Hugo Bermúdez es el hombre que ayer se agregó a la lista de sospechosos de haber sido parte del crimen de la niña de 11 años de Hurlingam, su vivienda en la localidad bonaerense de Villa Tesei, fue allanada en la tarde por la Policía Bonaerense.

Luego de la diligencia, los investigadores secuestraron de la finca computadoras y un vehículo utilitario. Mientras tanto, el fiscal de Morón Marcelo Tavolaro indagó ayer a los primeros detenidos, sobre quienes pesan diferentes acusaciones. Los más complicados en la causa, sin contar el nuevo detenido, son Gladys Mabel Cabrera (41), dueña de la casa Kiernan 992 de Villa Tesei en la que habría estado en cautiverio la niña de 11 años, y el carpintero Ramón Néstor Altamirano (55), quien vive sobre la calle Charrúas 1081, y supuestamente solo llevaba comida para el perro a la vivienda de su vecina.

Estas casas están a cinco cuadras del lugar donde se halló el cadáver de Candela en la tarde del miércoles 31 de agosto y a unas 30 cuadras de la vivienda de la nena. El juez de Garantías de Morón Alfredo Meade explicó que sobre Gladys Cabrera y Ramón Altamirano pesa el cargo de "homicidio agravado por el concurso premeditado", al considerarlos supuestos partícipes necesarios. Los otros tres detenidos enfrentan la imputación de "encubrimiento agravado": se trata del carpintero Gustavo Damián Valenzuela (44), el tornero Alfredo Monteros (36) y su padre (75), de igual nombre y oficio, relacionados con una camioneta Trafic similar a la que se habría utilizado para arrojar el cadáver de Candela el miércoles 31 de agosto a un costado de la Autopista del Oeste, en Hurlingham.

Identidad Reservada

Fue un testigo de identidad de reservada, cuya declaración, no obstante, trascendió ante los medios periodísticos y deja claro que era del barrio donde ocurrió todo, quien aportó ayer detalles sobre movimientos de la presunta banda y permitió la nueva detención de quien se trata de determinar si fue autor material del homicidio. Puntualmente, el testigo clave dijo que el carpintero Altamirano, junto a su esposa y un sobrino, se llevaron a la nena en un auto VW Gol azul cuando el lunes 22 Candela estaba esperando a sus amigas en la esquina de su casa y "no fue por la fuerza".

Precisó que a la nena le prometieron darle "ropa y comida", que la llevaron a la casa de la calle Charrúas 1081 y que en la noche del martes 23 se escucharon algunos gritos pidiendo "ayuda" y la frenada de un auto. El testigo afirmó además que el miércoles 24 vio en esa casa a Altamirano y la esposa, que supuestamente estaba de viaje, mientras "se escuchaba que se movían las mesas". Habló además que vio a la niña en plena calle cuando todos la buscaban y de supuestos rasguños en las paredes. El hombre dio más detalles, nombres y añadió que en esa casa que fue pintada de rosa vio al último sospechoso detenido al que definió como "un transa del barrio", o sea un supuesto vendedor de drogas.

Por esos días, dijo el testigo, Bermúdez "desapareció del barrio porque tenía miedo", mientras que durante el fin de semana previo a la aparición del cadáver de Candela "el Gol azul daba vueltas por la zona". "Se comenta en el barrio que Hugo fue el que la mató, que se le fue la mano. El conocía a la familia, a Candela y tenía problemas con ellos", trascendió de la declaración.