Allegados a Ricki Sosa pedirán su exhumación y presentarán más testigos

Jueves 12 de diciembre de 2013 | 06:57hs.
En busca de la verdad. | Familiares y amigos de Ricardo Sosa sostienen que no se suicidó. | Foto: Marcos Otaño

Los familiares de Ricardo Sosa, quien murió en un presunto intento de suicidio en la comisaría Décimotercera del barrio Guazupí de Posadas, solicitarán en los próximos días al juez de Instrucción Penal Dos, César Yaya, la exhumación del cuerpo y una nueva autopsia con la participación de peritos de parte, como también el llamado a prestar testimonio a una serie de detenidos en la misma seccional durante la madrugada del sábado 5 de octubre, cuando el joven de 28 años fue hallado colgado en una celda.


El expediente 1057 está caratulado como muerte dudosa, y de acuerdo al informe forense, a la autopsia realizada se deberían adjuntar resultados de otras pericias complementarias, como una toxicológica más profunda.


La prueba de alcoholemia dio que Ricki Sosa tenía 2,60 de graduación en sangre, que indicaría un avanzado estado de ebriedad. De todas maneras, este punto no sería detonante de un intento por quitarse la vida, como tampoco su detención como contraventor, al iniciar incidentes fuera de un local bailable sobre avenida Cabred.


Pasadas las 4 de la madrugada del día mencionado, Sosa fue detenido por una patrulla del Comando Radioeléctrico y alojado en la seccional Décimotercera en la chacra 240, ya que la Comisaría Tercera no posee celdas por estar siendo refaccionado su edificio de la avenida Uruguay a 200 metros de Cabred.


A las 4.30, Sosa fue ingresado a la comisaría Décimotercera y minutos antes de las 6 fue hallado arrodillado y con una campera atada al cuello, colgada del marco de la puerta de una celda.


De acuerdo a los testigos que aportaría Feliciano Verón, patrocinante civil de la familia Sosa, Ricardo habría discutido instantes previos a su muerte con los guardias de la seccional. Para el abogado, habría al menos cinco policías que deberían explicar lo sucedido, como también el comisario Carlos Krapp, por responsabilidad directa o indirecta de sus subordinados.
Las sospechas en los familiares de Sosa aumentaron cuando conocieron que no se le pudieron tomar placas radiográficas al cadáver, porque el equipo de rayos no funciona. Intuyen que esto impide saber si sufrió golpes internos, como también algún tipo de fracturas.


En el informe, el cuerpo no presenta golpes ni fracturas que indiquen que Sosa fue víctima de apremios. Con más precisión indica: "No se observan golpes exógenos", lo que no excluiría núcleos "congestivos o edemas", lo que sugeriría la ampliación de estudios.


En cuanto a la labor de Yaya, aún resta tomarle testimonio a más de una docena de personas, entre ellas detenidos, la madrugada del sábado 5 de octubre.

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